sábado, 29 de marzo de 2008

La resaca electoral y la mierda de sistema penitenciario

Vaya resaca electoral!. Casi que me daba miedo a enfrentarme al papel en blanco después del atracón de información oficial, contrainformación, información alternativa y desinformación al que he sido sometida durante la campaña. Contenta por los resultados, en primera instancia, aunque preocupada por el panorama político que se presiente para el futuro, despido aquí y ahora la colección de artículos relacionados con las elecciones del 9 de marzo con los que os he atormentado, queridos amigos, en los últimos tiempos.

Pero en el mundo pasan más cosas, algunas relacionadas con la política, y algunas relacionadas con el sistema judicial con el que convivimos. Desde hace unos días me hallo horrorizada con el caso de "Mariluz", la niña presuntamente asesinada por un pederasta con una condena por abusos sexuales a una menor que nunca llegó a cumplir. La información y las impresiones son tantas que, a veces, una llega a aturullarse y no saber muy bien qué pensar. Vaya por delante, que me parece inaceptable, que alguien condenado por un delito tan grave como el de abuso a menores, pueda no haber ingresado en prisión por una negligencia de la justicia. Sin embargo, a veces, buscar incansablemente responsables que no son sólo el que ejecutó tan terrible asesinato puede resultar difícil y peligroso.

Después de las impactantes imágenes que mostraban a cientos de personas en la puerta de los juzgados de Huelva, intentando linchar al presunto responsable, una puede temerse lo peor. Lo primero que se me pasa por la cabeza es que no me gustaría nada estar en la piel del juez responsable de que el "presunto" no llegara a ingresar en prisión. No me gustaría ser él, no solo por el sentimiento de culpa, sino porque las personas desesperadas siempre necesitan encontrar un responsable del motivo de su desesperación para acabar con él. Detenido el culpable y bajo vigilancia policial, el siguiente responsable en la mente de todos, y sobre todo de los familiares y amigos de la víctima, es este hombre. Sin embargo y siendo realistas, su responsabilidad es profesional, muy grave, pero profesional, basada en una negligencia, el no ha matado a nadie, no es peligroso para la sociedad (quizás si para el sistema judicial) , sin embargo su vida está en peligro. Está en peligro porque lo del linchar al responsable es una práctica común entre algunas personas de etnia gitana, porque a pesar de que él no ha querido hacer declaraciones públicas, algunos medios de comunicación han hecho pública su imagen, sin pensar que eso puede poner en peligro su vida. Seamos realistas, puestos a buscar culpables reales comencemos no solo por este juez y la baja de su funcionaria, empecemos por todo el sistema judicial, (que como bien indicaba un responsable de justicia andaluz, si funcionara bien hubiera permitido que este hombre ya hubiera cumplido condena y volviera a estar en la calle) y ni siquiera eso, empecemos por el sistema penitenciario. El "presunto" era un enfermo psíquico, un acosador de niñas, eso no se cura encerrando a alguien en una cárcel. La funcionaria del juez podría no haber estado de baja, el juez podría haber dictado una orden de busca y captura, la justicia podría funcionar tan bien, incluso, que las sentencias firmes en casos tan peligrosos como éste, tardaran en dictarse dos meses y no tres años. Podrían existir penas más duras para los pederastas y él que ahora nos ocupa podría haber estado cinco o seis años en prisión, pero eso no hubiera solucionado nada. Porque nadie podía haber garantizado que ni tres ni ocho años encerrado curará su patología. La cárcel es un castigo, no ayuda a la reinserción de las personas con problemas mentales. Quizás este bien para los políticos corruptos, los estafadores, los ladrones..... u otras personas cuyos actos parten de la intención de enriquecerse a costa de otros, del egoísmo y el poder, quizás en estos casos funcione encerrar a alguien y privarle de los privilegios conseguidos y de otros muchos más importantes como la libertad. Pero en delitos de este tipo, la cárcel no sirve de nada, el miedo a estar encerrado no da lucidez al enfermo.

2 comentarios:

Maitena dijo...

magnifica reflexión, todo el mundo comenta que este caso tendrá consecuencias trágicas

Anónimo dijo...

Me has hecho soñar,
me has hecho reir,
el viento trajo tus palabras,
borradas tras la tormenta,
suelo contemplar la luna llena,
pero a veces veo nubarrones.

El cielo me despierta,
las noches se hacen largas.

Una caricia o un lamento,
un susurro, una emoción.

Tengo el látido lento
y enfebrecida la razón.

p.d. no he leido tu post por cierto, ¿de qué coño va?

Te deseo lo mejor, de corazón. Ya verás como mañana te encuentras mejor.
Muchos besos, guapa.

tullida_afectísima