miércoles, 12 de agosto de 2009

A mi también me espían

A mi también me espían. Lo noto, lo siento, lo sé. Los de la calle Génova me tienen pinchado el teléfono. Arenas se pone tibio con mis conversaciones íntimas. La Cospedal se reza dos padres nuestros cada vez que lee mis sms, Rajoy se me mete en el messenger cada vez que le viene en gana y Fraga se mete en mi facebook para dejar mensajes indescifrables. A mi también me espían, que conste que lo sé, y que no me hace ninguna gracia. Desde hace semanas presiento que la CIA tiene un telescopio de grandes dimensiones que calcula mis movimientos. Seres de otros planetas me han puesto cámaras microscópicas en la cocina para verme el careto mientras desayuno. El vaticano lleva días estudiando mis rutinas no sé con qué fin. Es duro, yo los comprendo, es muy duro saber que te observan, que te escuchan, que saben todo de ti. Es muy duro saber, o decir que se saben todas esas cosas sin tener una sola prueba para denunciarlo. O quizás no es tan duro, en realidad solo es cuestión de imaginación. Se trata de conseguir adeptos a tu causa, de buscar amigos que, no solo aseguren que dices la verdad, sino que metidos de lleno en la historia digan en voz alta que a ellos también los espían.

2 comentarios:

max estrella dijo...

hola, cabia de profesion, dedicate a la literatura se te da bien, y deja ese antro de perdicion con la cabeza alta, por cierto los celsius muy bonitos, besoos

Anónimo dijo...

Espiame