Tv y terrorismo machista

La vicepresidenta del gobierno anuncia que se reunirá la semana que viene con los directivos de las televisiones para adoptar medidas urgentes contra la violencia de género. Al parecer, ante el insuficiente aluvión de críticas, los responsables de programas temen que se les acabe el chollo que supone que algunos gusten de lavar los trapos sucios en la televisión.
El caso de la mujer rusa asesinada por su ex pareja, después de que el individuo en cuestión le pidiera perdón en televisión, ha hecho visible lo que muchos temíamos. El afán por conseguir historias impactantes, empieza por saltarse todas las recomendaciones de ética periodística. Un invitad@ es mejor cuanto peor es su vida, o cuanto más llora.

Durante más de un año trabajé haciendo reportajes para este tipo de programas, y si visto desde fuera es patético visto desde dentro es mucho peor. Dicen los responsables del programa que facilitó al presunto asesino estar cerca de su víctima, que nada sabían de la orden de alejamiento ni del maltrato que la mujer sufría. Sin embargo, y por lo que he visto con posterioridad la presentadora fue encauzando la entrevista hasta que logró su objetivo, el verdugo confesó que acosaba a la mujer a la que SUPUESTAMENTE AMABA ( momentazo de audiencia diría alguno de los responsables mientras lo veía desde detrás de la cámara), y la presentadora se queda tan tranquila, después de presenciar como un maltratador se sitúa a solo unos centímetros de su víctima para pedirle perdón, no interviene, no le expulsa del programa, no le llama maltratador y lo degrada públicamente, lo acepta y ella y ese gran equipo que debe tener detrás, deciden que el malo, a pesar de ser malísimo, tiene derecho a pedir perdón. Y lo que es peor dejan que la víctima, que ha ido engañada al programa, tenga que enfrentarse sola a él y decepcionar a media España diciéndole que no quiere volver con él, y ridiculizar al hombre que le ha pegado y acosado por mucho menos, ¿Cuál creían los responsables del programa que iba a ser la reacción del malo? ¿Resignarse? ¿Entender que unas veces se gana y otras se pierde?.
Yo que he estado cerca de historias de este tipo y que he tratado con muchos redactores de programas de testimonio, dudo seriamente que nada se supiera de la orden de alejamiento que pesaba sobre él, y lo peor es que nadie se sentirá responsable ni culpable, la frase "la hubiera matado igual" ha debido llenar las redacciones de los que intenta autoconvencerse de que la televisión no es responsable de nada, que ver esos programas o participar de ellos es un acto voluntario, aunque a las mujer asesinada nadie le consultara si quería ir.
En "El País" de hoy hay un magnifico artículo de Elvira Lindo a propósito del tema, os recomiendo que le echéis un vistazo, pero por si acaso os dejo un par de ideas aquí:
Al supuesto ataque a las televisiones deviene "el contrataque de los que suponen que cualquier crítica a lo que se ve en televisión es un intento solapado de acabar con la libertad de expresión. El contrataque de aquellos que dicen que se programa lo que el público demanda sin entender que usted y yo también somos público y también querríamos practicar el sedentarismo de sofá viendo algo inteligente (no necesariamente documentales de animales)"......."¿No podríamos encontrar un término medie entre ponerle dos rombos a Barrio Sésamo y escuchar a un locutor preguntarle al invitado -y entonces qué, te la follaste?-.